martes, 7 de abril de 2009

Analizan relaciones entre historia y periodismo


En Campus de la UNICACH
Analizan relaciones entre historia y periodismo
El coloquio tuvo lugar durante la II Jornada Académica de la Escuela de Historia
Alejandro Mijangos
En el tercer día de la II Jornada Académica organizada por la Escuela de Historia y el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) de la UNICACH, el Dr. Sarelly Martínez Mendoza y el Mtro. Vladimir González Robledo impartieron en Campus Universitario el coloquio “Historia y periodismo.”
“Se ha dicho que el periodismo es el pariente pobre de la Historia —comentó el periodista Martínez Mendoza —, pero más allá de esas descalificaciones son cinco los puntos en los que hallo relaciones de similitud y discrepancia entre historiadores y periodistas: las maniobras para procurarse el salario, la libertad para tratar sus temas, sus fuentes, la periodicidad de sus trabajos y la rapidez con que cubren los acontecimientos.”
En seguida, Martínez Mendoza ilustró con gajes de su oficio periodístico cómo las remuneraciones percibidas por un historiador en su centro de investigación —o en caso de ser exitoso, de las regalías de sus publicaciones— son menos accesibles para un periodista tuxtleco que, sometido a un magro sueldo en el rotativo donde labore, termina habituado al mecenazgo de políticos o a “cobrar caro sus elogios”.
El periodista —abundó— maneja fuentes vivas, inmediatas, cuyo nombre a menudo se protege, mientras que el historiador dialoga largamente con archivos y otros documentos fidedignos, puntualmente citados; y así como el primero tiene un límite de 24 horas generalmente para entregar los frutos de su investigación, el segundo puede demorarse años.
Pero entre las semejanzas Martínez Mendoza señaló asimismo la curiosidad por los acontecimientos (pasados y presentes), su permanente búsqueda de la verdad, amor por el lenguaje escrito —“lo que les exige ser ante todo muy avezados lectores”— y la tenacidad para perseguir los datos que requieren.
El Mtro. Vladimir González, catedrático además de la licenciatura en Gestión y Promoción de las Artes de la UNICACH, centró su ponencia, que llevó por título “Tuxtla con rosa perro”, en la evolución de la historia cultural de la capital chiapaneca y la percepción que de ella han hecho sus habitantes a través de los fanzines.
Estas publicaciones independientes —dijo— registran mediante un discurso irónico y crítico las actividades emergentes de una “ciudad” de acelerada modernización pero con entraña de pueblo: colectivos e individuales, gratuitos en su mayoría, los fanzines dan cuenta de la asepsia de un Tuxtla que apenas en 1892 es declarado capital y cuya infraestructura y servicios en crecimiento no alivian aún el provincianismo e ingenuidad conductual de su gente.
* * *

A la opinión pública:


El pasado viernes, 3 de abril de 2009, el Cuarto Poder, periódico que se edita en Tuxtla Gutiérrez, publicó la columna de Mario Ruiz Redondo en la que éste falta a la verdad al escribir de manera injuriosa sobre mi persona. Porque poseo un buen nombre y mi familia goza del respeto y el aprecio de miles de tapachultecos, me veo obligado a compartir las siguientes precisiones:

Según Ruiz Redondo, el ex presidente municipal de Tapachula, Ángel Barrios Zea “guardaba bajo el colchón de su cama el dinero en efectivo que a diario recolectaban sus colaboradores de mayor confianza…”. Temerariamente señala, ya que no cuenta con ningún elemento que pruebe sus dichos, yo llegaba hasta la recámara del ex alcalde “para contar los fajos de billetes ahí acumulados…”. Esta infamante aseveración de Ruiz Redondo me deja en libertad para que actúe por las vías judiciales establecidas pero, por lo pronto, debo subrayar que este señalamiento es absolutamente falso.

Lo que sí es cierto y Ruiz Redondo no podrá desmentirme es que soy víctima de sus frustraciones luego que los directivos de la Organización Editorial Mexicana lo corrieron de Diario del Sur como consecuencia de una auditoría que reveló un cuantioso desfalco perpetrado por el que se autodenomina “Premio Nacional de Periodismo” durante su paso por la dirección de ese periódico que fundara mi abuelo, Don Luis Guízar Oceguera. La generosidad de Don Mario Vázquez Raña, propietario y director general de la Organización Editorial Mexicana y actual dueño de Diario del Sur, imposibilitó que Mario Ruiz Redondo fuera encarcelado por el sistemático robo cometido y únicamente fue despedido. Hasta hoy, nadie sabe en qué trabaja.

Lo que también es cierto es que mientras permanecí en Diario del Sur como Administrador, luego que Guízar García Compañía Editorial fuera vendida a la OEM, Ruiz Redondo me escamoteó, una y otra vez, las comisiones a las que yo tenía derecho por venta de publicidad e inserciones en el diario. Tal conducta es del dominio de cuantos aún laboran en Diario del Sur porque a la gran mayoría le hizo la vida imposible y le birló todo lo que pudo por su conocida voracidad por el dinero.

Mientras estuvo al frente de Diario del Sur, Ruiz Redondo se volvió experto en vender centenares de periódicos del día y luego reportarlos como si los hubiera comercializado por kilogramo. La diferencia en pesos se la clavaba con la misma frescura con la que hoy arremete rabiosamente contra Ángel Barrios Zea y otros funcionarios del sexenio de Pablo Salazar Mendiguchía.

Causa pena ajena observar que Ruiz Redondo no conoce la vergüenza. Ahora echa pestes contra Barrios Zea pero nada dice de cuando era director de Diario del Sur y le pedía al alcalde boletos de avión, ida y vuelta, para que él y toda su parentela viajaran cómodos y de gratis a distintos puntos turísticos del país.

Tampoco admite, como lo haría cualquier individuo proveniente de una cuna humilde pero decente, que sus rabiosos ataques contra diversos alcaldes de esta región obedecían a que los entonces presidentes municipales se negaron rotundamente a darle dinero bajo la mesa. Al de Huixtla, solo por citar un ejemplo, le exigía una cantidad similar a la del convenio publicitario. Como el alcalde huixtleco se negó, el “Premio Nacional de Periodismo” lo atacó sistemáticamente. Tan ingenioso método para obtener dinero fácil también fue del conocimiento de Don Mario Vázquez Raña, propietario de la OEM que terminó corriéndolo de Diario del Sur.

Faltaría espacio para enumerar las hazañas de este “Premio Nacional de Periodismo” por lo que hoy solo me limitaré a exhibir la baja catadura moral de este individuo sin menoscabo de ejercer lo que a mi derecho convenga para enseñarle a este tipo sin escrúpulos que no se puede atentar contra el buen nombre de una reconocida familia tapachulteca sin sufrir las consecuencias de sus acusaciones sin sustento.



A T E N T A M E N T E :



Ing. Luis Eduardo Guízar Cárdenas.